No diseñes un personaje al iniciar una campaña.


El jugador que te da 13 páginas de trasfondo para su personaje elfo/tiflin/fursona es un meme típico y, al estas alturas del hobby, algo rancio. Todos sabemos que eso sucede y es perfectamente normal. Nadie nos ha explicado cómo deberíamos diseñar un personaje cuando no hemos jugado nunca.

Cuando empezamos a jugar partidas de rol todos hemos caído en la tentación de hacer un PJ basado en novelas que nos gustan, videojuegos o películas (uno de mis primeros PJ fue Ezreal del LoL hace unos 10 años). Cuando lo hacemos tomamos como referencia un punto de su evolución y lo usamos de inspiración. Por ejemplo, si quisieras hacer un personaje basado en Aragorn de El Señor de los Anillos ¿Cómo lo harías? Asumamos que la aventura empieza en Nivel 1.

  1. Aragorn rey gobernando Gondor.
  2. Aragorn aventurero derrotando orcos.
  3. Trancos el montaraz que huye de su destino.
  4. Aragorn capitán de los Dúnedain.
  5. Estel, el joven humano en tierras de los efos.

Esto es algo que se aprende con el tiempo de ser jugador y director pero para ahorrar tiempo diré la respuesta correcta: la 5. Un personaje nuevo idealmente debe tener pocas experiencias previas para construirse con el paso de la aventura.

Diseñar un personaje de Nivel 1 que ha dado caza a docenas de orcos, liderado ejércitos y negociado con nigromantes tiene poco sentido. Más aún cuando dentro de la partida le va a costar derrotar a un solo orco mano a mano. Cada vez que veo a alguien caer en la trampa de las 13 páginas de trasfondo me hace pensar en esa situación absurda.

No soy el único que habla de estas cosas, pero tampoco he visto a tanta gente explicándolo para jugadores nuevos. Y claro, luego te miran con ojos entusiasmados, con su diseño de un elfo-hada de mil años capaz de ensartar una manzana a 2km de distancia… y cuesta decirle que no. Que debería hacer un personaje más sencillo.

Pero el rol es eso: la evolución de los personajes con la trama. Para que una aventura de rol sea buena no deberías saber a dónde llegará tu personaje. Porque si lo sabes de antemano no es rol, es una obra de teatro que has escrito de antemano.

Vale, pero ¿Cómo lo hago?

La pregunta que más he recibido cuando he rechazado personajes demasiado elaborados es esa. Cuando a un jugador le dices que no haga un personaje tan desarrollado parece que estés yendo en contra de la máxima humana “cuanto más, mejor”. Pero más no siempre es mejor, al igual que demasiado dulce empalaga, demasiado trasfondo hace complicado evolucionar al personaje y sorprenderse de su recorrido.

Así que el truco es este: diseña únicamente su carácter. Empieza por ahí. ¿Cómo es? ¿Qué cosas le gustan? ¿Qué música prefiere? ¿Con quién le gusta socializar? ¿Qué valores tiene?

Una vez tengas esas cosass ya tienes un personaje, solo te quedaría desarrollar los “porque”. P.e Aragorn es decidido y amable porque se crió en la corte élfica y está enamorado. Le gusta la cantar y prefiere la compañía de gente valiente a los que tratar como iguales porque oculta su linaje por miedo a ser encontrado por Sauron antes de pulir sus habilidades.

No necesitas mucho más, lo demás llegará a medida que la aventura avance y el personaje evolucione con nuevas vivencias. Es mejor escribir el pasado sobre una hoja en blanco que tachar, modificar y alterar un pasado difuso.